Con los vaivenes del precio del petróleo es normal que el de la gasolina también varíe. Ahorrar gasolina es casi una necesidad, ya que durante las vacaciones de verano nos vamos a mover mucho. Sin embargo, cuando el verano termina, llega el otoño y este trae consigo más gastos, que pueden constituir una verdadera cuesta tras los dispendios estivales.
Vacaciones en ruta
Muchos son los que escogen sus vacaciones en septiembre o en octubre para gozar de cierta tranquilidad. Sus ventajas son numerosas: poder visitar monumentos sin aglomeraciones, restaurantes famosos con mesas disponibles gracias a que la temporada alta ha pasado y carreteras casi vacías para disfrutar al volante. Pero no podemos olvidar que casi nada es gratis y hay que ahorrar, sobre todo en gasolina si te has planteado alguna ruta.
Muchos son los entusiastas de la carretera, incluso los hay que aman su máquina por encima de todos. Nada hay mejor para ellos que una larga travesía, con un paisaje a la altura y las curvas necesarias para que exista un cierto desafío. En Madrid existen multitud de rutas entre los pueblos y parajes que componen la provincia. Si eres un amante de la conducción, la naturaleza, el patrimonio y quieres ahorrarte unos euros en gasolina, en esta entrada encontrarás una ruta con la que disfrutar de tu pasión en otoño. Pero antes, vamos a hablar de la necesidad de ahorrar gasolina.
¿Por qué ahorrar gasolina?
En tiempos como en los que vivimos, ahorrar es la clave. Nunca sabes cuándo las cosas pueden empeorar, así que mejor estar preparados. Si usamos el coche con asiduidad, la gasolina acabará siendo un gasto mayor. Como decíamos con anterioridad, los precios suben y bajan como lo hace el del propio petróleo y, al fin y al cabo, es algo que se escapa de nuestro control. Para gastar menos podemos optar por distintas estrategias con las que permitirnos guardar algunos euros u optar por seguir los consejos que podrás encontrar en esta entrada.
Contribución al medio ambiente
Además, ahorrando en combustible no solo estaremos ayundándonos a nosotros mismos, sino que pondremos nuestro granito de arena para contribuir a mejorar la situación del medio ambiente. Para qué engañarnos, con una sociedad tan dependiente de este combustible como es en la que vivimos, cualquier ayuda es bienvenida y puede tener un impacto positivo de manera significativa en nuestras vidas. De esta sencilla manera, matamos dos pájaros de un solo tiro.
También podemos llegar a usar el combustible de manera eficaz a través del ahorro. Con plantearnos cuánto necesitamos realmente y no usar el coche para recorridos innecesarios es posible lograrlo, cabe recordar que la naturaleza nos dotó de piernas para algo. La idea es despilfarrar lo mínimo y para eso debemos usar nuestra mejor herramienta: el cerebro. Puede que cueste al principio, pero si te paras a pensar en los viajes que haces en coche seguro que encuentras alguno que sobra. Si bien puede que la comodidad se resienta un poco, la salud terminará por mejorar.
Manzanares el Real, un lugar de película
De entre todos los puntos de la amplia y extensa geografía madrileña hay uno que destaca. Muchos son los pueblos que rodean a la capital y no pocos cuentan con verdaderas maravillas que, por su mera existencia, ya merecen el viaje. Además, algunas ciudades emblemáticas están casi a tiro de piedra de la capital. Segovia, Soria o la mismísima Toledo pueden ser objetivo del conductor más pintado. Pero Manzanares el Real tiene un carácter propio y singular que lo ha llevado a ser escenario de múltiples películas.
No se encuentra muy lejos de Madrid, a unos 50 kilómetros, pero el paraje donde se ubica y los paisajes que hay que atravesar para llegar lo compensan con creces. El pueblo se encuentra en el interior del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, un paraje donde la naturaleza y la historia se encuentran. Varias son las rutas que se pueden elegir, pero solo saliendo rumbo a la M-607 se podrá encontrar una de las gasolineras baratas de Madrid.
Colmenar Viejo, ahorrar gasolina en Frii
La estación Petrolandia de Frii te estará esperando con los los mejores precios una vez llegues a la altura de Colmenar el Viejo. Antes de llegar a nuestro destino convendría parar en este enclave. Aquí los apasionados por la arquitectura y los coches podrán visitar la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, la cual fue construida en el siglo XV en un estilo gótico tardío. Su torre y portada destacan por su impresionante factura. Además, el pueblo contiene múltiples ermitas del siglo XVI para completar una magnifica visita, que puede incluir alguna comida en los restaurantes locales.
Paseo por el Embalse de Santillana
Una vez alcanzado el kilómetro cinco respecto a Colmenar el Viejo, conviene tomar la M-608 para enfilar la recta final del viaje. Este se adentra en los terrenos del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y la carretera discurre plácidamente a la orilla del Embalse de Santillana. Para los que se cansen con facilidad, este es un buen lugar donde estirar las piernas, respirar un poco de aire puro y disfrutar de las vistas lejos de los ruidos de la ciudad.
Cerca del pantano y a su derecha se encuentra la Dehesa de Colmenarejo. Caminar entre sus árboles es hacerlo por la naturaleza, algo a lo que muchos se resisten pese a estar más que comprobados sus beneficios para la salud. Un genuino bosque mediterráneo nos rodeará y acompañará todo el camino. Poco trayecto queda ya y enseguida llegamos a nuestro destino.
Manzanares el Real y su historia
Manzanares el Real cuenta con una dilatada historia. La zona ya estuvo habitada durante la prehistoria, como bien dejan ver las pinturas rupestres localizadas en las inmediaciones. También distintos útiles de piedras hallados confirman esta presencia. Incluso existen restos romanos, fruto de la conquista del territorio peninsular que esta cultura llevó a cabo. Sin embargo, el nacimiento oficial del pueblo se remonta a 1248, tiempos de la Reconquista.
Los esfuerzos de guerra requerían de numerosos hombres, por lo que Fernando III dio la orden de que habitantes de Segovia repoblaran la zona. Así surge Manzanares el Real en tiempos del Medievo. Si sientes curiosidad por el nombre del lugar, cabe decir que fue la consecuencia de una disputa. Durante el reinado de Alfonso X, hijo de Fernando, la expansión del pueblo trajo problemas entre los segovianos y madrileños. El rey, para evitar que la tensión creciera demasiado, acabó por incorporar las tierras a sus dominios. Así se conoció el lugar como El Real de Manzanares.
El Castillo de Mendoza
Uno de los monumentos más aclamados y que saluda al conductor cuando se acerca es el castillo de Mendoza. La historia del pueblo está íntimamente ligada a la familia que construyó el edificio. Con el tiempo, la corona cedió las tierras a Pedro González de Mendoza a fines del siglo XIV y cien años después la familia erigió el castillo. Los cerca de 200 años de gobierno de los Mendoza son conocidos por su prosperidad.
La edificación es de estilo románico-mudéjar, un buen ejemplo donde ver la fusión de la arquitectura cristiana con la musulmana de la época. Si no eres de castillos, siempre puedes visitar otros monumentos y amortizar el viaje. Bajando la colina donde resiste la fortaleza, la cual aparece en películas como Conan el Bárbaro o El Cid Campeador, te encontrarás con la iglesia de Nuestra Señora de las nieves, construida en el siglo XIV.
Tras la visita a estos monumentos o, simplemente, en lugar de ella, puedes optar por relajarte en la plaza del pueblo. Conducir para luego caminar resulta agotador y nada mejor que tomar un refrigerio, sobre todo si el calor aprieta. Es en estos momentos de paz y calma, viendo a los lugareños con sus vidas y turistas pasear, donde podemos pensar si hemos ahorrado gasolina en el viaje.
Desde luego, no es un gran trayecto en cuanto a su duración, pero el lugar y el paisaje hacen de esta una bella ruta. Además, podemos contar con una de las gasolineras más baratas de Madrid a la vuelta y, si hemos conducido con una velocidad media, sin prisas y con el coche a punto, el gasto no debería ser tan alto. Contempladas las maravillas que esconde este pueblo de 8309 habitantes puede ser momento de retornar al hogar.
Vuelta al hogar
Podemos dar la vuelta por donde hemos venido o continuar por M-608 dirección Cerceda. Eligiendo esta ruta hacia el suroeste rodeamos el pantano y tomando la carretera de Colmenar Viejo terminaremos por volver a este enclave. La ruta en este tramo avanza alejada de la civilización y es cuando un amante de la conducción disfruta más de la experiencia. Con suerte, no habrá otro vehículo en una zona de bosque bajo y matorral donde ligeras colinas enmarcan el discurrir de la carretera. Una estampa magnífica que queda rubricada por las lejanas montañas en dirección norte.
Vistas en Colmenar Viejo
Poco antes de llegar a Colmenar Viejo aún resiste un puente medieval sobre el río Manzanares, cerca del kilómetro 37. No por nada, estas tierras antaño pertenecientes a la Corona de Castilla están salpicadas de restos de su historia. Los tiempos medievales fueron importantes para un territorio que vio la expansión musulmana y, con el tiempo, el avance de los reinos cristianos del norte. Ambas culturas se encontraron y dejaron testimonios de una fusión en ciertos aspectos, como fue la arquitectura del castillo de Mendoza.
El puente del Batán todavía se encuentra en uso y fue rehabilitado para mantenerlo en 2014. Se encuentra en un lugar perfecto para aquellos que disfruten de una buena caminata, ya que existen distintos caminos que tomar. La historia de esta construcción se remonta a un posible origen romano, aunque no hay confirmación, pero sí se conoce su existencia en la Edad Media. Recibe su nombre de un viejo batán río arriba. Otro de sus nombres fue el puente Nuevo, al menos durante el siglo XVI, momento en el que pudo haber sufrido alguna rehabilitación.
Un ramal de la Cañada Real Segoviana lo atraviesa. Esta gran ruta de la trashumancia une Burgos con Badajoz a lo largo de 500 kilómetros. Sin duda, un largo viaje que realizar a pie, pero en aquellos tiempos pocas opciones quedaban al viajero y al ganadero. Afortunadamente, a día de hoy contamos con diversos medios de transporte, donde el rey sigue siendo el coche.
Con esta corta ruta, ahorrar no es un gran problema. Siempre podemos contar a la vuelta con la estación Petrolandia para un repostaje de última hora, no habrá ninguna otra gasolinera barata en los alrededores y, al fin y al cabo, nuestro vehículo necesita su especial alimento y nosotros ahorrar gasolina. Aunque, a propósito de elegir la ruta, cabe recomendar planearla antes de salir para ahorrar lo máximo posible. Sea un viaje corto o uno largo el camino elegido lo es todo, aunque a día de hoy el GPS y algunas aplicaciones nos hacen la vida mucho más fácil. Incluso se rumorea que algunas son capaces de calcular la ruta más óptima en base a parámetros como la densidad del tráfico.
Sin embargo, al final lo que cuenta y lo que muchos ansían es lanzarse a la carretera sin pensar en un destino concreto. Simplemente, el horizonte al frente, ganas de dejarse llevar y quizás un poco de música. En estos casos, tampoco debe dejarse a un lado la seguridad, sobre todo para aquellos que gusten de la conducción en plena noche o bajo la lluvia. Una recomendación para estos casos es viajar ligero y con los neumáticos en buen estado, ahorrarás en combustible.
Cuenta con gasolineras Frii para tus desplazamientos
Ahorrar gasolina no tiene que ser una tarea imposible. Muchas veces la sola planificación de la ruta puede lograr una reducción del gasto y los GPS modernos son una gran ayuda para encontrar la más adecuada. Sin embargo, hay que contar en todo trayecto con las mejores gasolineras y garantizar que ese ahorro se realiza en buenas manos. Por ello, desde Frii te estaremos esperando en cada viaje que decidas realizar. No importa a dónde o cuándo lo hagas, cuenta con nosotros.
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